- Editorial:
- ALIANZA
- Año de edición:
- 2013
- Materia
- Novela histórica
- ISBN:
- 978-84-206-7801-6
- Páginas:
- 672
- Encuadernación:
- TAPA DURA
LA TIERRA DE NUESTROS PADRES
NICHOLSON, WILLIAM
Alice Dickinson, una joven inglesa que acaba de pasar una dolorosa ruptura sentimental, viaja a Normandía para conocer a la abuela a la que nunca ha visto y la que tampoco tenía noticias de su existencia. Esta le dice que, a pesar de las dificultades a las que se ha enfrentado su familia, en su pasado hay una historia de amor verdadera que ella debe conocer.
Corre el verano de 1942, Kitty, cuyo encanto no deja indiferente a ningún hombre, es reclutada junto a su amiga, la pragmática Louisa, como conductora del Servicio Territorial Auxiliar en Sussex. Allí conoce a Ed, un comando de los Royal Marines, y a Larry, oficial de enlace a las órdenes de lord Mountbatten. Kitty se enamora rápidamente de Ed y de su melancólica tristeza tras ser rescatada por éste del asedio de unos vocingleros soldados. Ed también se enamora de Kitty. Al igual que Larry.
Kitty y Ed se casan, pero apenas pueden disfrutar de la luna de miel. Ed y Larry deben reunirse con sus unidades para participar en el desembarco en Dieppe, en la parte norte de Francia, ocupada por los alemanes. Ed cae prisionero mientras Larry logra escapar de esta sangrienta y fallida operación militar que les cambia la vida. Ya no será igual para ninguno de ellos.
William Nicholson recrea de forma sin igual el caos, el ruido, el terror paralizante y los traumas personales de una guerra en "La tierra de nuestros padres". Una apasionante novela sobre las dudas y decepciones amorosas, el dolor de los amores equivocados y no correspondidos; pero también, de los amores intensos y de las lealtades que perduran en el tiempo y dan sentido a la vida.
" Una novela profunda y conmovedora; una tierna y compasiva meditación sobre el amor, Dios y el deber. Su mayor acierto es la creación de un triángulo amoroso en el cual nosotros, así como los personajes involucrados, no vemos escapatoria, porque no podemos concebir a alguno de ellos herido. "
The Guardian